Fuente: Basta
Corrupción, nepotismo, deficiencia en atención a derechohabientes y la ausencia de médicos de base, hunden al hospital Rubén Darío Fernández Fierro del ISSSTE, denuncian a DiarioBASTA! médicos internos –estudiantes–, enfermeras y familiares de enfermos y fallecidos.
“Pueden quejarse con quien quieran, no me importa”, retan los médicos titulares a los derechohabientes que ven cómo “va en caída libre, cobrando vidas”, la atención que les ofrecen.
Este es apenas un ejemplo del desorden operativo y administrativo que persiste en el hospital, a pesar de que supuestamente existe un grupo de trabajo con funcionarios del nivel central del instituto, para resolver las irregularidades denunciadas por los enfermos y sus familiares.
Entrevistados por Diario BASTA! algunos trabajadores se mostraron escépticos respecto a que se puedan dar cambios en la operación del nosocomio, sobre todo a unos días de la llegada del director Nemesio Ponce Sánchez.
De entrada, derechohabientes acusan que en el hospital Darío Fernández “lo normal” es el maltrato de la mayoría de los empleados, desde el vigilante hasta los médicos.
La soberbia y altanería de médicos de base ha cobrado la trágica muerte de cuatro personas que estaban siendo intervenidas quirúrgicamente –el pasado martes 24 de septiembre– al quedar sin energía eléctrica por más de cuatro horas, debido a la torrencial lluvia que azotó al Distrito Federal.
De acuerdo a los denunciantes, en el Rubén Darío Fernández Fierro “se carece de una planta de luz y lámparas de emergencia, por lo que fue necesario acabar las cirugías con la luz de celulares del personal presente en el quirófano y, de esta manera salvar por lo menos 15 vidas entre adultos y niños”.
Familiares de enfermos resaltaron el esfuerzo invaluable de médicos internos que de manera manual salvaron a los pacientes haciendo la labor de ocho ventiladores que a falta de energía eléctrica dejaron de funcionar.
Mientras médicos residentes “dormían”, los de base coordinaban de manera pésima la atención a los enfermos, comentan los denunciantes. Y una de las constantes es que médicos generales y especialistas suelen faltar a sus horarios de trabajo.
AUSENCIA DE MÉDICOS
“Letreros hechos a mano y algunos más formales en hojas de máquina y elaborados en computadora, anuncian a los pacientes que la consulta se reprogramará”, indican pretextando que los médicos están de permisos o enfermos.
Cuando en realidad, de acuerdo a testimonios de enfermeras, andan en “otra chamba y sus compadres o amigos los ponen en alerta cuando ocurre algo grave con los pacientes”. “Cardiólogos, ginecólogos, pediatras y cirujanos frecuentemente brillan por su ausencia y pese a que la programación de las consultas se tarda meses, esto pareciera no importar a las autoridades del Instituto, quienes se han visto rebasadas por la actitud de los médicos”, denuncian.
Ante esta situación, familiares y enfermeras apremian al director general del ISSSTE, Sebastián Lerdo de Tejada, investigar al director del hospital Darío Fernández Fierro, Nemesio Ponce Sánchez, por el caos, apatía y decesos registrados recientemente por la negligencia de médicos de base que “nunca se presentan a laborar, dejando la responsabilidad a médicos internos”.
Lo anterior sin contar con la constante falta de personal en el área de urgencias, las fallas en quirófanos que han estado sin operar por semanas, y, por consiguiente, suspendiendo las intervenciones quirúrgicas.
A nivel de medicina familiar, los derechohabientes también denuncian que las consultas suelen suspenderse por la falta de médicos.
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